17/04/2010

E. Roudinesco responde a M.Onfray (traduction, espagnol)

Onfray   y  el fantasma antifreudiano , por  Elizabeth Roudinesco

Creador de la Universidad popular de Caen, Michel Onfray se dio a conocer por haber inventado una "contra-historia de la filosofia" cuyo método logico se apoya en el principio de una prefiguracion: el todo ya esta en el todo antes de la llegada de un acontecimiento.Esto le ha permitido afirmar cosas extravagantes: que E.Kant es el precursor de Adolf Eichmann-porque éste se decia kantiano(Le rêve d'Eichmann, Galilée, 2008), los tres monoteismos (judaismo, cristianismo e Islam) serian empresas genocidas, ya que el evangelista Juan prefiguraba a Hitler y Jesus Hiroshima, para concluir que los musulmanes eran unos fascistas, ( Traité d’athéologie , Grasset,2005) . Fundadores de un monoteimo orientado sobre la pulsion de muerte,los judios serian entonces los primeros responsables  de todas las desgracias de Occidente. A esta empresa mortifera, el Sr. Onfray opone una religión hedonista, solar y pagana, habitada por la pulsión de vida.
 Los nazis abrieron campos de concentración, persiguieron a los judíos transformados en ciudadanos de segunda clase , luego en subhombres constantemente atormentados, brutalizados, maltratados. Estas evidencias son, segun el Sr. Onfray y por supuesto también para Freud, que reivindicaria  su figura relevante, y anuncia asi su crepúsculo; el autor revaloriza el destino de los padres, y antes que nada el suyo propio. Y ya que Freud fue adorado por su madre, el Sr. Onfray considera que el fundador del psicoanálisis fué un perverso que odiaba a su padre y psíquicamente habria abusado de sus tres hijas (Matilde, Sofía y Anna). El departamento de Viena era, según dice, un lugar en el que Freud "Edipo" pensaba sólo en acostarse con su madre luego de asesinar "verdaderamente "a su padre, con el unico fin de fabricar niños incestuosos para luego violentarlos. Durante diez años, habría torturado a su hija Anna a lo largo de un análisis que habría durado del 1918 al 1929, y a la que, cada día, habría incitado a  devenir homosexual. La verdad es totalmente diferente: Freud analizó a su hija, pero la cura duró cuatro años, y cuando Anna comenzó a darse cuenta de su atracción hacia las mujeres, es ella misma quien decidio su destino, Freud no la tiranizo y dio prueba de tolerancia.
Cediendo a un rumor inventado por Carl Gustav Jung, según el cual Freud habría tenido un enlace con Minna Bernays, la hermana de su mujer Martha,el Sr. Onfray llega a imaginar, basandose  en historiadores americanos de la corriente dicha "revisionista", que éste habria dejado embarazada  a Minna y luego habria estado obligada a abortar. Tan poco rigurosas  es la busqueda de la cronología como la de las de la procreación,el Sr. Onfray sitúa este acontecimiento en 1923. Entonces, a esta fecha, Minna tenia 58 años y Freud 67.
Y Michel Onfray añade que Freud habría cedido a la tentación de sufrir una operación de los canales espermáticos destinada a aumentar su potencia sexual con el fin de gozar mejor del cuerpo de Minna. La realidad es totalmente  diferente: en 1923, Freud, que acababa de saber que padecia un cáncer, sufre de una operación de ligadura (dicha de"Steinbach"), clásico en aquella época, cuando se pensaba que se podía prevenir  de esta manera, la recidiva del cancer.

Si Freud es un perverso, su doctrina entonces es el prolongamiento de una perversión más grave todavía: sería, para el Sr. Onfray, el " producto de una cultura decadente de fin de siglo que proliferó como una planta venenosa ". El autor repite así una temática conocida desde León Daudet y según la cual el psicoanálisis sería una ciencia parasitaria, concebida por un cerebro degenerado y nacida de una ciudad depravada.
Con la misma vena, devuelve la acusación de " ciencia judía " pronunciada por los nazis contra el psicoanálisis haciendo de ésta es una ciencia racista: ya que los nazis llevaron a su término el cumplimiento de la pulsión de muerte teorizada por Freud, esto significa  entonces que Freud sería un admirador de todos los dictadores fascistas y racistas. Pero  habría hecho peor todavía: publicando, en 1939, "El Hombre Moisés y la religión monoteísta"  haciendo de Moisés un egipcio y del homicidio del padre un momento original de las sociedades humanas, habría asesinado también al gran profeta de la Ley y sería entonces , con anticipación, el cómplice del exterminio de su pueblo. Cuando se sabe que Freud subrayaba que el nacimiento de la democracia había estado vinculada al advenimiento de una ley que sancionaba el homicidio original y entonces la pulsión de muerte, vemos que el argumento de un Freud asesino de Moisés y de los judíos no se sostiene ni un instante. Es en la misma perspectiva, dice, que leyó en cinco meses la obra completa de Freud  y luego redactó este Crepúsculo de un ídolo. Lleno de errores, atravesado de rumores, sin fuentes bibliográficas, la obra es sólo la proyección de los fantasmas del autor sobre el personaje de Freud. El Sr. Onfray habla en primera persona para dar la idea que Freud pervirtio el Occidente inventando, en 1897, un complot edípico, es decir un cuento autobiográfico que sería sólo la traducción de su propia patología. Hace del teórico vienés un "falsificador", motivado " por el dinero, la crueldad, la envidia, el odio ".



EL VERDUGO Y LA VÍCTIMA

Negando el principio fundador de la historia de las ciencias, según el cual los fenómenos patológicos son siempre variaciones cuantitativas de los fenómenos normales,el Sr. Onfray esencializa la oposición entre la norma y la patología para sostener que Freud no es capaz de distinguir al enfermo del hombre sano, el pedófilo del buen padre y sobre todo el verdugo de la víctima. Y a propósito del exterminio de las cuatro hermanas de Freud, concluye que de la teoría psicoanalítica, es imposible "tomar intelectualmente lo que psíquicamente diferencia  a Adolfine, muerta de hambre en Theresienstadt, de sus tres otras hermanas desaparecidas en los hornos crematorios en 1942 en Auschwitz y Rudolf Höss (el comandante del campo de exterminio), ya que nada los distingue psíquicamente si no algunos grados apenas visibles ". De pronto , el Sr. Onfray se equivoca de campo: Rosa fue exterminada en Treblinka, Mitzi y Paula en Maly Trostinec.
Et si la "solution final" ha atrapado a la famille Freud, no es en una tal confrontacion inventada integralmente.
Aunque se declare de una tradicion freudio-marxista, Michel Onfray se libra en relidad a una rehabilitacion de tesis paganas de la extrema derecha francesa.
Esta es la sorpresa de este libro , asi hace el elogio de la Escolastica freudiana (Fayard, 1972) obra de Pierre Debray-Ritzen, pediata et miembro de la Nouvelle Droite, que no ha dejado jamas de fustigar el divorcio, el aborto et le judeo-cristianismo. Pero aumenta también los méritos de una obra, salida de la misma tradicion (Jacques Bénesteau, Mensonges freudiens. Histoire d'une désinformation séculaire, Mardaga, 2002), prefacio de un proximo del Front national, sostenido por el Club de l'Horloge : "Bénesteau, escribe Onfray, critica el uso que Freud hace del antisemitismo para explicar como es dejado aparte por sus pares, su ausencia de reconocimiento en la universidad, la lentitud de su éxito. Por medio de esta demostración, explica que en Viena en aquella época un considerable número de judíos ocupa puestos importantes en la justicia y la política. " Al término de su requisitoria, el Sr. Onfray llega a suscribir a la tesis según la cual no existían persecuciones antisemitas en Viena ya que los judíos eran numerosos a puestos importantes.

Estamos lejos de un debate simple que opone a los partidarios y los adeptos del psicoanálisis, y podemos preguntarnos si las motivaciones mercantiles no son en lo sucesivo de tal peso editorial que acaban por abolir todo juicio crítico. La cuestion merece ser interrogada.

Aucun commentaire: